Las redes inalámbricas "True 4G" prometen
velocidades de descarga más rápida, menos llamadas caídas, y data más
económicos. El siguiente paso en la LTE-Advanced evita la interferencia en
redes en capas de estaciones base de diferentes tamaños mediante la
coordinación de forma dinámica del tiempo, la frecuencia, y la potencia de las
transmisiones.
La evolución a largo plazo, o Long-Term Evolution (LTE), el
estándar inalámbrico detrás de los smartphones y las tablets “top” de hoy,
nunca iba a ser el final del camino para las redes móviles de cuarta generación
(4G). Y es que ahora, sólo unos pocos años después que las primeras redes LTE
se pusieran en marcha, los operadores están empezando a actualizar este
estándar para permitir una mayor capacidad de datos y aplicaciones más
avanzadas, como el vídeo de alta definición.
En junio del presente año, la operadora surcoreana SK
Telecom Co. anunció que había puesto en marcha "El primer servicio de LTE-Advanced
del mundo para smartphones". Un mes después, su competidor, LG Uplus Corp.
introdujo sus propios servicios de LTE-A. Al menos otros 13 operadores de red,
incluyendo AT&T, la japonesa NTT DoCoMo, y Telenor en Suecia , han
prometido despliegues comerciales de LTE -A.
Estas redes, en teoría, desplazarían a la vieja LTE. SK
Telecom, por ejemplo, asegura tasas máximas de descarga de 150 megabits por
segundo, el doble de la velocidad que su red LTE. "Es un gran logro",
dice Lingjia Liu, experto en comunicaciones inalámbricas de la Universidad de
Kansas, quien ayudó a desarrollar el estándar LTE-A.
Técnicamente, LTE-A abarca un conjunto de tecnologías que
la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha denominado "True 4G".
Cuando se implementa totalmente, puede alcanzar velocidades de descarga de
hasta 1 gigabit por segundo para dispositivos fijos, tales como tablets en una
cafetería, y hasta 100 Mb/s para la banda ancha móvil real, como para las
tablets en coches o trenes.
Además, LTE-A es algo más que la velocidad. Incluye nuevos
protocolos de transmisión y sistemas de antenas múltiples que permiten
transferencias suaves entre celulares, reduce la interferencia en sus márgenes,
y transmite más bits por segundo en cada hertz del espectro. El resultado será
una mayor capacidad, conexiones más consistentes, data más barata.
Pero los operadores no pueden construir todo eso a la vez. Por
el contrario, van a ordenar las tecnologías en la prioridad en la que se
necesiten. Operadores como SK Telecom, que ahora dicen tener redes o planes de
LTE-A, están realmente hablando de un solo elemento del menú: adición de
portadoras (ver: http://www.3gpp.org/Carrier-Aggregation-explained).
Este núcleo LTE-A se caracteriza por unir canales de
frecuencia, o portadoras, que residen en diferentes partes del espectro.
Anteriormente, si un operador quería proporcionar hasta 20 MHz de ancho de
banda para un smartphone, requería un bloque contiguo de frecuencias de 20 MHz
de ancho. Estas franjas de ancho de espectro, sin embargo, son difíciles de
conseguir. Con LTE -A, SK Telecom combina dos portadoras de 10 MHz de ancho
separadas a 800 MHz y 1,8 gigahertz en uno de 20 MHz en toda la portadora. Sin
LTE-A, las dos portadoras podrían haber proporcionado sólo hasta 10 MHz a cada
cliente.
Una razón por la que los operadores están empezando con la adición
de portadoras en la marcha hacia LTE -A es que proporciona la ganancia de rendimiento
más grande, dice Sang-Min Lee, gerente senior de SK Telecom I + D en el centro
de Seúl. LTE -A permite a los operadores combinar hasta cinco módulos de ancho
de 20 MHz cada uno por un máximo ancho de banda de 100 MHz y cinco veces más
ancho de banda que el tradicional LTE puede soportar.
Otra ventaja de la tecnología LTE-A es que ayudará a aliviar
la congestión de la red. Al igual que muchos operadores, SK Telecom ha
comenzado el despliegue de pequeñas estaciones celulares base, que se pueden
superponer en una red tradicional "macro " para expandir la capacidad
de datos en los centros urbanos congestionados. "En dos años, las células
pequeñas serán una parte importante de nuestra red", dice Lee. Pero a
medida que los operadores incluyen más y más celulares en el mismo espacio, tendrán
que encontrar nuevas formas de reducir la interferencia.
Una solución que LTE –A ofrece es un protocolo de
transmisión llamado “enhanced inter-cell interference coordination”,
o eICIC. Se basa en el protocolo LTE ICIC, que permite a un macro-celular reducir
la potencia de transmisión en ciertas frecuencias en determinados momentos, lo
que evita la interferencia con sus vecinos. Usando eICIC, el macro-celular
puede reducir aún más potencia de la señal en determinados momentos,
permitiendo que los celulares dentro de su área de cobertura puedan ampliar su
rango de transmisión [ver ilustración]. Esta coordinación dinámica permitiría
que más clientes se conecten a través de sus celulares, evitando la
interferencia del macro-celular.
Lee menciona que SK Telecom comenzará a usar eICIC y otras técnicas
de reducción de interferencias el próximo año, mientras que se espera que los otros
operadores sigan esta tendencia.
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